martes, 26 de marzo de 2013

MODIFICACIÓN DE LA CERTIFICACIÓN ENERGÉTICA DE INMUEBLES. ANÁLISIS ECONÓMICO SOBRE DATOS OPERACIONALES REALES Y RETORNO DE LA INVERSIÓN


Uno de nuestros técnicos ha asistido ésta a un curso de certificación energética con la herramienta CE3 impartido por Applus (empresa adjudicataria del concurso del Ministerio de Industria y que desarrolla el programa CE3) y, lo que parecía la versión definitiva del programa de certificación, resulta que no lo va a ser al cien por cien.

Se nos ha mostrado una nota remitida por el IDAE que, lógicamente no podemos reproducir, pero si hemos copiado manuscrita al dictado. En esta nota IDAE pide a Applus que modifique algunos aspectos del programa de cara a la aprobación definitiva del Real Decreto de certificación energética.

Se trata de las medidas de mejora que debe proponer el técnico certificador competente, esas medidas de mejora tienen un carácter informativo, no vinculante ni de obligada implantación por parte de los propietarios de los inmuebles, es decir, no es necesario acometer obras ni reformas para vender o alquilar los inmuebles y va a seguir así, pero con cambios en la estructura del análisis de las medidas de mejora.

De hecho, el estudio de medidas a implementar en un inmueble de cara a obtener un ahorro energético correctamente cuantificado y evaluado son las llamadas auditorías energéticas que serán también una de nuestras líneas de producto a desarrollar en breve, para estas auditorías una herramienta fundamental es una correcta certificación energética previa, así como una exquisita evaluación de los consumos históricos, análisis del mercado energético, propuestas y previsiones a futuro, etc.

La modificación que solicita IDAE a Applus, aproxima un poco más las certificaciones energéticas de inmuebles a las auditorías energéticas y hace pensar que el certificado energético deja de ser un mero trámite administrativo y pase a ser un documento con información relevante, algo no tan trivial como se está queriendo ver desde muchos círculos.

La nota del IDAE viene a solicitar la modificación de los manuales y programa de certificación para implementar los análisis de las medidas de mejora, obtener rendimientos óptimos y rentables de la eficiencia energética de un edificio y que podrá incluir una estimación del alcance de la recuperación de la inversión y rentabilidad durante su vida útil, siendo su cálculo responsabilidad del técnico certificador competente. El técnico certificador ha de tener en cuenta que los resultados proporcionados por los programas informáticos de calificación energética tales como los indicadores de energía primaria, demandas y emisión de CO2 se han calculado en base a unas condiciones estándar de operación, funcionamiento y climatización, con la finalidad de comparar los edificios, sus cerramientos, sus sistemas y sus condiciones de uso, que son cambiantes en función de las condiciones operacionales. Para poder realizar el análisis de la rentabilidad económica de las medidas de mejora, el plan de la recuperación de la inversión o del ahorro energético, el técnico certificador deberá optimizar las condiciones las condiciones reales de operación y funcionamiento así como los datos históricos de consumo del edificio, frente a los datos teóricos que proporcionan los programas informáticos de calificación energética que solo son válidos para las condiciones estándar a efectos comparativos para la certificación energética de los edificios.

Se modificará el informe oficial con una nota que expresará que los indicadores energéticos anteriores están calculados en base a coeficientes estándar de operación y funcionamiento del edificio con lo que solamente son válidos a efectos de calificación energética. Para el análisis del ahorro de las medidas de mejora energética el técnico certificador competente deberá utilizar las condiciones reales y datos históricos de consumo del edificio.

Es especialmente interesante el uso repetitivo de la expresión técnico certificador competente, también es interesante el uso de la expresión “podrá incluir una estimación del alcance de la recuperación de la inversión y rentabilidad…”.

El programa CE3 contiene en su base de datos los cálculos y condiciones operacionales para usos y ocupaciones de los usos residenciales principalmente, es decir, lo que se llama condiciones estándar ya forman parte del programa, con unos datos de consumos mensuales y anuales que forman parte de un documento reconocido por el Ministerio de Industria y el IDAE, asumiendo que en la vida útil del inmuebles estos datos son cambiantes, por eso la base de datos se obtuvo de una gran cantidad de inmuebles analizados. Sin embargo para usos terciarios esto datos operacionales deben determinarse para hacer correr el programa en cada caso a certificar y analizar.

En anteriores versiones del programa CE3 se incluía una pestaña de análisis económico de ahorro energético de medidas de mejora, de hecho estaba hasta la versión CE3_20120913_1661.423, habiendo desaparecido en la versión CE3_20130320_1756.523 y, con lo visto hoy se llegará a una versión híbrida final en el informe oficial sin tener que volver a incluir la pestaña.

Esta pestaña desapareció del programa ya que al ser una herramienta gratuita a disposición del público general desde páginas oficiales de organismos públicos, no pueden contener bases y precios de proveedores y empresas privadas mezcladas con bases de precios de colegios oficiales.

En la práctica significará que cada técnico deberá confeccionarse una base de precios de mercado, ya no solo de energías, tipos de contrato, materiales y sistemas, si no que deberá recabar información mediante un histórico de facturación del inmueble para con datos reales, obtener un coeficiente de corrección que poder aplicar a los consumos teóricos de las herramientas de cálculo y convertir esos datos en reales o lo aproximados a la realidad que sea posible, sobre todo en los datos fundamentales de calefacción, climatización y agua caliente sanitaria.

Esa situación va a abrir mucho más el campo de certificación, ya que la certificación energética como tal no varía, sigue siendo un dato obtenido con una herramienta reconocida mediante comparación y modelación de nuestro inmueble respecto a otro similar de iguales condiciones y características sobre el que se aplican una serie de simplificaciones para facilitar la obtención del informe final de certificación energética.

Pero la parte que afecta a las medidas de mejora va a quedar muy abierta, al arbitrio de las bases de datos del técnico certificador, precios de mercado, previsiones a futuro y por no hablar de la subjetividad propia del técnico que forme parte de un cuerpo u organismo de inspección que puede tener otros criterios y bases sobre las que calcular las medidas de mejora, su análisis y periodo de recuperación de la inversión, criterios radicalmente distintos entre técnicos a un lado u otro, en certificación o en inspección.

Al comienzo decíamos no obstante las medidas de mejora y su análisis, seguirán siendo documentación informativa no vinculante ni obligatoria, pero con toda la responsabilidad de su cálculo y emisión para los técnicos certificadores. Cobra mayor importancia los profesionales previstos como certificadores, ya que los arquitectos técnicos e ingenieros de la edificación son los profesionales habituados a la contratación y movimiento de precios y presupuestos complejos de productos del mercado tanto a nivel arquitectónico como de instalaciones y los arquitectos son los expertos a nivel teórico de la parte arquitectónica e ingenieros a nivel teórico de la parte de instalaciones.

El hecho de que se quiera hacer especial hincapié en el uso de los datos históricos de consumo y facturación de energía aproximan las certificaciones a las auditorías energéticas, el hecho de que los datos y análisis a futuro pese a ser responsabilidad de los técnicos, no tenga carácter vinculante para los propietarios, dejan este proceso a medio camino sin llegar al final de dichas auditorías con las que plantear rehabilitaciones energéticas serias y acometer trabajos y condiciones realmente interesantes para la reducción de costes energéticos y emisiones de CO2.

El problema que también se plantea es que lo que hasta ahora parecía un precio de certificación energética razonable para uso residencial se va a ver prácticamente duplicado ante la necesidad de estudiar los históricos de consumos y facturaciones de los inmuebles, determinar propuestas en base a esos datos reales, valorarlas y proponer periodos de amortización. El trabajo en despacho u oficina técnica para estudiar cada caso y acondicionarlo a valores estimados reales, va a precisar el doble de tiempo de lo que hasta ahora se había previsto para el trabajo de certificación con las medidas de mejoras sobre base teórica.

También se nos plantean dudas, por ejemplo ¿cómo se van a calcular coeficientes de corrección sobre consumos y facturas reales en caso de inmuebles cerrados sin uso durante largos periodos de tiempo?.

No obstante, como tantas veces ya hemos expresado desde certifícate certificación energética de inmuebles, lo mejor que puede pasar es que se apruebe definitivamente el Real Decreto de certificación energética y todas las partes conozcan el texto y condiciones definitivas.

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