No queríamos dejar de mencionar
también que ayer fue el día mundial del agua. Un bien tan necesario como escaso
y mal gestionado en gran parte del mundo donde aún hoy y parece increíble con
el nivel de evolución y tecnología alcanzado por el ser humano, no se dan las condiciones
mínimas de salubridad y accesibilidad al agua. No entraremos en intereses
geopolíticos y económicos, simplemente es increíble y deplorable.
Tanto con el día mundial del
agua, como con la hora del planeta, si bien se trata de conmemoraciones, gestos
llamados a mover conciencias, tal y como mencionábamos el 5 de marzo, día de la
eficiencia energética, la humanidad debemos movernos y remar todos hacia el
mismo fin que no es otro que conseguir convivir en un planeta que es nuestro
hogar y que debe serlo para infinitas generaciones venideras. El planeta no nos
pertenece, el ser humano está de paso en él y el ser humano lo está
destrozando, así pues, bienvenidas sean todas las iniciativas encaminadas a
mover conciencias y tratar de si no solucionarlo, al menos atenuar y detener el
consumo de recursos naturales y deterioro del medio ambiente.
Ojalá algún día no sean
necesarias celebraciones ni días conmemorativos de este tipo, ojalá algún día
lo que se celebre es que gracias a esos días la humanidad consiguió cambiar su
actitud y convivir de manera sostenible.
Son gestos sencillos y al alcance
de todos, no malgastar agua y cerrar el grifo, no malgastar energía y apagar
bombillas y aparatos eléctricos cuando no sean necesarios.
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