domingo, 22 de septiembre de 2013

LO VERDE ES NEGOCIO EN ALEMANIA


Enlazamos el siguiente artículo publicado ayer.

FUENTE: elpais.com


Interesante artículo que muestra de manera somera como conviven eficiencia energética y negocios digamos tradicionalmente reñidos con la ecología.

Al hilo de este artículo en ampliamos un poco reflexiones y un hecho sucedido en el FORO INAUGURAL AURhEA (IFEMA).

Está claro que las apuestas ecológicas, respeto por el medio ambiente, el uso de energías de origen renovables, van calando poco a poco en la sociedad y se nos muestra la sociedad alemana como un claro ejemplo de eficiencia.

Nadie duda que hoy por hoy, para bien o para mal, Alemania marca el paso en Europa, un país con crecimiento económico y un país donde según el artículo, es posible compatibilizar beneficio económico “tradicional” y beneficio medioambiental (un 11% del PIB).

Es una lástima que en España no se den las circunstancias y condiciones para que no seamos más eficientes si cabe que Alemania, tenemos un clima privilegiado que favorece la producción fotovoltaica y eólica y, en lugar de gestionarlo eficientemente, nuestros gobiernos ceden a las presiones de las grandes compañías.

En la presentación del FORO INAUGURAL AURhEA del pasado 19 de septiembre se produjo una situación curiosa. En presencia de los representantes de la Administración (central y autonómica) se abogaba por el cambio de políticas y mentalidad en torno a la edificación para ir cambiando progresivamente el modelo establecido y virar hacia sistemas más eficientes, y los últimos cambios legislativos y normativos así lo están indicando, estos movimientos están perfectamente orquestados y algún día hablaremos de ello con calma… pero a día de hoy, todo el sacrificio se carga sobre las espaldas de los propietarios de inmuebles.

Los inmuebles consumen el 40% de la energía y por ello son grandes contaminantes, estos datos son públicos y ampliamente reconocidos, y sobre los propietarios recae el deber de conservación y actualización de sus propiedades.

Se nos habló de que la mentalidad española es “no hago nada hasta que no me obliguen o sancionen” (como está pasando con el certificado energético), “no hago nada si no hay ayudas, subvenciones o créditos interesantes” (circunstancias que tampoco se dan actualmente, aunque habrá que estar atentos a marzo y un cambio importante que se espera para comunidades de propietarios) y, sobre esa mentalidad se incidía que debía trabajarse, y que la nueva legislación se estaba orientando hacia la rehabilitación, reforma, intervención o actualización del parque inmobiliario existente sobre la nueva construcción.

Y como ejemplo de mentalidad y concienciación ciudadana se nos ponía el ejemplo alemán.

En un momento determinado se abre una ronda de preguntas y tras una pregunta no muy significativa pidió la palabra un señor entre el público asistente, con aspecto de alemán, marcado acento y que efectivamente, confirmó ser alemán, viviendo a caballo entre España y Alemania.

Este caballero con el que tuvimos el placer de charlar unos minutos al final de la jornada se mostraba indignado con el politiqueo y trabas que hay en España en torno a las energías renovables, pero en su intervención argumentó inicialmente que en Alemania a la población le es más fácil invertir en eficiencia energética, básicamente por un mayor poder adquisitivo y mayores rentas per cápita, pero además, la tan cacareada conciencia o mentalidad en Alemania se había grabado a fuego en la última generación a base de ayudas, inversión, facilidades, información. El alemán se siente orgulloso de su casa más eficiente, lo muestra, lo recomienda, lo entiende como una mejora para él, para su familia y para su entorno, se enorgullece y si un vecino tiene dos paneles fotovoltaicos, si puede él pondrá cuatro. El Estado informa y cuando quiere dar a conocer una nueva política, una nueva línea de ayudas, o una nueva Ley o Directiva Europea que deben cumplir sus ciudadanos, los bombardea con información constante en los medios de comunicación. Los bancos colaboran con estas políticas pues son beneficiarios de un porcentaje estatal de estas políticas de tal forma que prácticamente solo es necesario que un ciudadano, comunidad de propietarios o proyecto entre por la puerta de la entidad bancaria para que los usuarios no tengan que preocuparse por nada más, ya se ocupa de todo el banco, de gestionar la financiación, las ayudas públicas y dar todas las opciones resueltas.

Seguramente no sea una situación tan idílica, o tal vez sí, pero este señor se llevó la ovación cerrada de todos los asistentes a la jornada.

De hecho un representante de la administración trató de suavizar un poco las diferencias con respecto a “nuestro amigo alemán” un tiempo después, pero la exposición de este hombre fue clara, concisa e impecable.

Por suerte o desgracia no vivimos en Alemania y nos lo muestran como espejo o mejor dicho, como reflejo distorsionado (para bien) en el que mirarnos, vivimos donde vivimos y con las políticas que tenemos y con ello debemos tratar de avanzar, sin ayudas, sin apoyos, sin financiación y con trabas y zancadillas, con picaresca y con unos gobernantes que legislan contra las líneas marcadas por la Unión Europea y, en ese marco habrá que ir analizando los nuevos marcos normativos y legislativos y tratar de sacar lo mejor de ellos y obtener la mayor eficiencia de nuestros edificios.

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