Enlazamos el siguiente artículo
publicado hoy.
FUENTE: eseficiencia.es
...y no les falta parte de razón.
Está claro que todo tipo de ayudas y programas son y serán bienvenidos, pero de
las cuatro posibles formas de “beneficiarse” de este plan, solamente la primera
modalidad, mejoras en la envolvente térmica del edificio, será parcialmente
subvencionada con ayudas de entrega dineraria sin contraprestación.
Las demás posibilidades se
encuadran como préstamos reembolsables, es decir, que habrá que devolverlos
(amortizarlos) en un plazo máximo de 12 años. Vamos, lo que se dice un anticipo
a cuenta.
Está claro que habrá que ir
viendo cómo evoluciona el desarrollo del plan, está bien disponer de una
cantidad inmediata de capital para acometer cambios de equipos, de instalaciones
térmicas y de iluminación con interés a Euribor + 0,00 % y poder devolverlo
hasta en 144 mensualidades y, está bien tener esta opción cuando la
financiación es prácticamente nula desde las entidades bancarias, así que nos
unimos parcialmente a la crítica de la OCU, pero consideramos también las
partes positivas.Por ejemplo… ¿Por qué no cambiar
calderas de gasóleo por calderas de gas natural en comunidades de
propietarios?, no entraremos en combustibles cuya inversión económica es más
elevada aunque sean más eficientes, como por ejemplo la biomasa, pero cambiar gasóleo
por gas natural implica una mejora energética, ya que a igualdad de demanda,
los mayores rendimientos de las calderas de gas natural y un coeficiente de
paso más favorable, automáticamente bajan los consumos y emisiones para esa
misma demanda, así pues, efectivamente hay que devolver el importe del préstamo,
pero parte de ese importe se verá compensado por el ahorro en el consumo y, una
vez devuelto el préstamo reembolsable, todo lo que se obtendrá ya será ahorro
para los usuarios.
Si además, estas medidas a nivel
de instalaciones se pueden combinar con intervenciones en la envolvente
térmica, mucho mejor.
Lo que desde luego nos parece
insuficiente es la partida presupuestaria prevista, 125 millones de euros, si
lo comparamos con otros planes de ayuda a otros sectores, como por ejemplo el
sector del automóvil, los sucesivos planes PIVE acumulan un total de 215
millones de euros (PIVE 1 / 75 millones, PIVE 2 / 70 millones y PIVE 3 / 70
millones y ampliándose aún más hasta final de año), si ponemos en la balanza
inmuebles contra automóviles, el peso específico de unos y otros está muy
descompensado. El consumo energético de los inmuebles es el 40 % y el importe
de actuaciones serias e importantes sobre envolventes térmicas supera con
mucho la repercusión del valor de un
vehículo de media por vivienda. De momento el sector del automóvil está
claramente favorecido en cuanto a las ayudas.
Esperemos que estos planes sean
el principio de algo más grande que movilice sectores y por tanto la economía
del país aunque sea mediante directivas europeas como ocurre con las ayudas a
la rehabilitación energética y es que las directivas europeas hay que
cumplirlas, le pese a quien le pese.