Como ya hicimos el pasado 6 de agosto con el caso de una vivienda
unifamiliar, queremos compartir los resultados de un nuevo inmueble que hemos
certificado con gran cantidad de datos CONOCIDOS y hemos establecido la
comparación tomando datos ESTIMADOS y POR DEFECTO.
El inmueble objeto del certificado está situado en pleno centro de
Madrid, cerca del Paseo de la Castellana, debemos mantener la privacidad del
propietario de la finca y los datos de la misma, así que lo situamos en el
triángulo que forman las calles de Santa Engracia, Almagro y el Paseo de Eduardo
Dato.
Se trata de un edificio de 14 viviendas en altura destinado a alquiler. La
finca data del año 1.945, tiene forma de U quedando un patio interior
relativamente estrecho y bastante sombreado. La fachada principal tiene
orientación NORTE casi perfecta.
Se distribuyen 2 viviendas por planta, con un total de 7 plantas (planta
baja, 5 plantas tipo y planta ático).
Teníamos acceso a los datos de la envolvente térmica (fachadas,
forjados, cubierta, etc) ya que hubo posibilidad de hablar con la empresa que
ha realizado todo tipo de reformas y mantenimiento del inmueble, incluyendo la
rehabilitación integral de la fachada, cubierta y la próxima rehabilitación de
patios interiores.
Se trata de fachadas de una sola hoja sin aislamiento térmico, 1 pie y
medio de fábrica de ladrillo en la fachada principal y 1 pie de fábrica de
ladrillo en las fachadas de los patios. Carpinterías de madera con vidrios
simples y fraileros en fachada principal. Suelo en contacto con el terreno en
planta baja y cubierta plana transitable.
Para la producción de ACS cuenta con termos eléctricos de 50 litros de
acumulación y para la producción de calefacción el inmueble cuenta con una
caldera de baja temperatura ROCA NG 100 de 101 kW instalada en 1996 alimentada
por gas natural que distribuye a la instalación comunitaria de calefacción. La
caldera tiene un mantenimiento regular y periódico por parte de la empresa que
realizó la instalación, una empresa de reconocida solvencia y se encuentra
dentro de un cuarto bien aislado y protegido de inclemencias y agresiones
exteriores.
Este equipo de calefacción es el responsable de la calificación
obtenida, sorprendentemente buena dada la antigüedad de la finca y el nulo
aislamiento de la envolvente exterior.
Los muros de fachada poseen una gran inercia térmica, expresado de forma
sencilla, el frío tarda mucho en entrar en el interior hasta atravesar la masa
de la partición, pero una vez dentro, se necesita mucha energía para volver a
sacar ese frio, para acondicionar los espacios. Es decir, leyendo entre líneas,
se trata de un inmueble que demanda bastante calefacción en invierno, una
cantidad por encima de la media, sobre todo con la fachada principal orientada
al norte y el gran porcentaje de sombras arrojadas sobre las fachadas de patios,
esa demanda de calefacción se cubre con una caldera de cierta entidad que al
fin y al cabo es el elemento diferenciador que “maquilla” la certificación y en
cierto modo corrige las deficiencias de la envolvente.
En el momento que en las medidas de mejora se aplican mejoras de
aislamiento, los datos de demanda de calefacción bajan en torno al 40 %, con lo
cual la caldera trabajaría más holgada con un consumo menor.
Como hicimos en el caso del inmueble presentado el 6 de agosto, hemos
sacado pantallazos de los datos de certificación y grupos de medidas de mejora
con datos CONOCIDOS, ESTIMADOS y POR DEFECTO.
Los datos de instalaciones y calderas se han conservado en los tres
casos y solo se han modificado los datos de la envolvente térmica (fachadas,
cubierta, suelos, carpinterías, etc).
Una vez más se puede comprobar la importancia de datos CONOCIDOS o al
menos ESTIMADOS, que apenas varían 2 puntos la calificación dentro de la letra
E. Esto implica seriedad y responsabilidad a la hora de decantarse por una
serie de datos, dejarlos por escrito y apoyarlos con un informe
convenientemente amparado por la profesionalidad y responsabilidad de aquellos
técnicos que certifican un inmueble con datos CONOCIDOS o ESTIMADOS.
En cuanto los datos pasan a ser POR DEFECTO, la calificación energética
se desploma, en este caso no se pierde una letra, se pierden dos letras bajando de la
E a la G aunque con un valor relativamente elevado de letra G (77,4) pues los
datos de la caldera siguen empujando la calificación hacia arriba, de tal modo
que en cuanto se aplican los mismos grupos de medidas de mejora tanto para
datos CONOCIDOS, ESTIMADOS o POR DEFECTO, los valores de calificación mejorada
son muy similares en los tres casos.
Así pues, una vez más comprobamos que una calificación con datos POR
DEFECTO no solo es conservadora, además empeora la calificación energética del
inmueble, lo que repercute no solo en la eficiencia del mismo, también en su
valor de mercado comparado con inmuebles similares que pudieran estar
calificados con datos CONOCIDOS o ESTIMADOS.
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