Sinceramente, no acabo de
entenderlo. El cortometraje no deja de ser entretenido de ver, muy en la línea
de las películas del género de suspense con los típicos tópicos, hace mucho
frío en presencia de espíritus, pero no acabo de tener claro en que puede
ayudar al público en general a concienciarse sobre la eficiencia energética.
Como es lógico, dado el
patrocinio, la instalación de calefacción está perfectamente, la caldera
funciona de maravilla, la pérdida de eficiencia no se sabe bien de donde viene…
de soslayo se mencionan los otros puntos importantes, la envolvente térmica,
que si filtraciones en muros (fachadas, caramba… las cosas por su nombre), que
si filtraciones en las ventanas.
Solución, que llamen a una de las
“muchas empresas” que hay que les pueden ayudar (les ha faltado poner, que por
culpa de la instalación no es), pero claro, a ver quién es el guapo que
consigue certificar, analizar o auditar energéticamente un inmueble con dos
espíritus heladores dentro, hasta donde conozco con toda la formación que llevo
a las espaldas, no hay opción de considerar espíritus para la certificación
energética y de cara a plantear medidas de mejora de la eficiencia, salvo que
seamos Los Cazafantasmas.
El cortometraje ya hubiera sido
de traca si a los inquilinos les hubieran dado un certificado energético de
esos baratos hechos por teléfono y con una calificación magnífica (de una E
para arriba) cuando todo parece indicar que esas fachadas carecen de
aislamiento.
En fin, cortometraje entretenido, pero que poco va a concienciar a la gente
sobre eficiencia energética.
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