RESPONSABILIDAD Y PREOCUPACIÓN

Está entrada viene motivada por una conversación surgida hoy mismo.

Más allá de aquello que acabe determinando y obligando el Real Decreto que finalmente se apruebe, está claro que la RESPONSABILIDAD de solicitar y obtener la certificación energética será de los propietarios, de la parte que pone el inmueble en el mercado de venta o alquiler… pero ¿a quién deber PREOCUPAR que un inmueble disponga de certificación energética?.

En certifícate certificación energética de inmuebles tenemos varias respuestas, en primer lugar debe preocupar a toda la sociedad, organismos y administraciones públicas, es prioritario cuidar cada día más el medio ambiente y preservar el planeta, pero idealismos aparte, dentro del mercado inmobiliario de compraventa o alquiler, a quien debe preocupar que un inmueble disponga de certificación energética es al cliente final de dicho inmueble.

Contemplemos las dos opciones y tratemos de mirar un poco más allá de lo que tenemos encima inmediatamente, más allá de tener que obtener una certificación que ahora puede parecer un nuevo capricho de nuestros gobernantes.

¿Por qué debe preocupar a un inquilino que alquila un inmueble?, pues es evidente, los gastos habituales de consumos del inmueble los debe asumir generalmente el inquilino, si un inmueble tiene mejor calificación que otro, además de ser más eficiente, de contribuir a contaminar menos, además de todos esos aspectos ecológicos, supone un ahorro económico mes a mes.

¿Por qué debe preocupar a un comprador de un inmueble?, en este caso la evidencia se alarga un poco más en el tiempo, pero tal y como parece indicar, el mercado y la legislación se orienta hacía rehabilitar energéticamente los inmuebles en un futuro más o menos cercano para subir las calificaciones de las certificaciones energéticas, contribuir al mantenimiento y preservación del medio ambiente y, por supuesto, ahorrar en la facturación energética. Está claro que el nuevo propietario que adquiere un determinado inmueble debe preocuparse por que éste sea lo más eficiente posible, dentro de las limitaciones del parque inmobiliario, pues aunque se puedan generar futuras subvenciones y ayudas, los gastos ya no solo de facturación energética, si no de futuras intervenciones deberá asumirlos, y preocuparse por qué un inmueble esté certificado es una información que a la larga, será vital.